España provocó la indignación internacional después de encarcelar a nueve políticos catalanes detrás de un impulso por la independencia.
La corte suprema del país condenó a los separatistas por entre nueve y 13 años por su participación en el referéndum de independencia de 2017. Fueron declarados culpables de sedición y mal uso de fondos públicos.
Otros tres acusados fueron declarados culpables de desobediencia y escaparon con una multa en lugar de prisión.
Los separatistas fueron acusados de planear el referéndum de independencia el 1 de octubre hace dos años que el gobierno de Madrid consideró ilegal. En la encuesta, el 90% de los participantes respaldó la separación del resto de España con una participación del 42%.
Las sentencias provocaron manifestaciones en las calles de Barcelona y otras ciudades catalanas y fueron condenadas por políticos de toda Europa.
La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo: "Estoy horrorizada por el resultado de hoy. “Estos políticos han sido encarcelados por tratar de permitir que el pueblo de Cataluña elija pacíficamente su propio futuro. Cualquier sistema político que conduzca a un resultado tan terrible necesita un cambio urgente. El futuro de Cataluña debe decidirse a través de las urnas, no en los tribunales. Nuestros pensamientos y solidaridad están con los sentenciados hoy y sus familias".
El abogado internacional, Ben Emmerson, dijo que era un "día oscuro" para la democracia.
"Esta es una decisión verdaderamente escalofriante para la democracia europea en su conjunto, que repercutirá en todo el continente", dijo.
En Barcelona miles de manifestantes salieron a las calles. Las multitudes corearon "lo haremos nuevamente" y levantaron pancartas que pedían "libertad para los presos políticos". Los manifestantes también cerraron la autopista a las afueras de Tarragona y una línea de ferrocarril en Girona.
El ex vicepresidente del gobierno regional catalán, Oriol Junqueras, recibió la pena de prisión más larga de 13 años. Tres ex ministros, Raúl Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa, fueron condenados a 12 años.
La ex presidenta del parlamento catalán, Carme Forcadell, fue encarcelada 11 años y medio, mientras que los ex ministros Joaquim Forn y Josep Rull obtuvieron diez años y medio. Los activistas Jordi Cuixart y Jordi Sànchez recibieron nueve años.
El Barcelona Football Club también criticó las frases, diciendo que "la prisión no es la solución".
“La resolución del conflicto en Cataluña debe provenir exclusivamente del diálogo político. Por lo tanto, ahora más que nunca, el club pide a todos los líderes políticos que lideren un proceso de diálogo y negociación para resolver este conflicto, que también debería permitir la liberación de líderes civiles y políticos condenados. El FC Barcelona también expresa todo su apoyo y solidaridad a las familias de las personas privadas de libertad", dijo el club en un comunicado.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, defendió las sentencias y dijo que debe respetarse el estado de derecho. Dijo que el proceso había sido "totalmente transparente".