Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
Los eventos que llevaron al presidente boliviano, Evo Morales, a dejar el cargo tenían todas las características de un golpe de estado, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia. Pero Moscú trabajará con la presidenta interina Jeanine Añez hasta las elecciones.
"Vemos todo lo que precedió al cambio de poder [en Bolivia] como acciones que equivalen a un golpe de estado", dijo Sergey Ryabkov a periodistas en la cumbre BRICS en Brasilia.
El viceministro de Relaciones Exteriores recordó que no había quórum en el parlamento boliviano cuando Añez fue declarada presidenta interina.
"Pero está claro que será percibida como la líder de Bolivia hasta que se resuelva el problema de elegir un nuevo presidente", dijo.
Evo Morales, quien había sido presidente boliviano desde 2006, anunció su renuncia el domingo, luego de recibir un ultimátum del ejército del país. El líder izquierdista dijo que tenía que hacer el movimiento para pacificar las acaloradas protestas y proteger a los pueblos indígenas del país de la persecución. Más tarde encontró asilo político en México y prometió seguir luchando por su regreso al cargo.
Pocos días después, la líder del Senado, Jeanine Añez, se declaró presidenta en funciones del país. Su candidatura fue respaldada por los parlamentarios, pero la histórica sesión fue omitida por el Movimiento para el Socialismo (MAS) de Morales, que tiene la mayoría en el parlamento.
Parte de la comunidad internacional sabe que todo se desencadeno por el fraude monumental que realizo Morales en las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, fraude que fue reconocido por la OEA en un informe.
Las protestas que ahora se vienen realizando en varias ciudades de Bolivia son dirigidas por Morales y sus dirigentes que a base de amenazas sacan a la gente del campo a marchar, sin saber ellos porque es que están luchando. Ese es el socialismo que viene infectando América Latina hace algunos años, poniendo a sus ciudadanos unos contra otros, mientras sus líderes roban las arcas del país y depositan su motín en cuentas en el extranjero para seguir financiando una lucha que de socialista no tiene nada, aunque ya es el socialismo al que nos están acostumbrando.
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