Jueves 18 de abril 2024 | Contáctenos
Luiz Inácio Lula da Silva se impuso ayer domingo 30 de octubre por un estrecho margen a Jair Bolsonaro. Tan solo dos puntos porcentuales separaron lo que obtuvo el izquierdista de lo que logró el ultraderechista, 50,9 por ciento para Lula, 49,1 por ciento para Jair Bolsonaro, quien hasta este momento no ha reconocido su derrota.
Lula da Silva, quien presidirá el Ejecutivo brasileño a partir del 1ero de enero de 2023, obtuvo 60.331.211 de votos, frente a los 58.198.346 de Jair Bolsonaro, y se convirtió de esa manera en el presidente electo que ha conseguido la más alta votación en la historia electoral brasileña, pero el que a su vez ha ganado por el margen más estrecho que se registre.
Lula da Silva, de 77 años, cumplidos el pasado jueves, puso fin lo que en su discurso de ayer por la noche denominó su "resurrección", poco menos de tres años después de dejar atrás las rejas de una prisión federal, donde pasó nada menos que 580 días.
En la jornada histórica de ayer domingo, la mayoría de los brasileños prefirieron la narrativa de Lula da Silva, quien sostenía que se trataba de "una elección entre democracia y barbarie", en lugar de la del presidente en ejercicio, quien sostuvo que se trataba de una lucha "entre el bien y el mal". Prefiriendo a la de Lula da Silva, los brasileños viraron hacia la izquierda y le dieron la espalda a la continuación del proyecto de Jair Bolsonaro.
Con el retorno del izquierdista al Palacio de Planalto se consolida en esta fase política de América Latina el viraje hacia la izquierda del subcontinente americano. Lula da Silva ha asegurado que reinsertará a Brasil en el escenario internacional y que detendrá en seco la deforestación de los bosques amazónicos, un proceso galopante durante los cuatro años en el poder de Jair Bolsonaro.
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