Viernes 17 de mayo 2024 | Contáctenos
La muerte de Michael Jackson, ocurrida el 25 de junio de 2009, desató una batalla entre quienes guardaban duelo sincero por su memoria, que buscaban repartir su patrimonio con orden, y los que por otro lado han tratado de sacar algún tipo de provecho e incluso colgarse descaradamente de la fama del “rey del pop”
Como en todas las historias, aquí también hay buenos y malos, con sus respectivos grises. Al frente del recuerdo de Jackson se erige la respetada figura de su madre, Katherine, a quien la Corte Superior del condado de Los Ángeles otorgó, en agosto del año pasado, la custodia de los tres hijos de Jackson, con los que vive en Encino, California.
Katherine Jackson y Debbie Rowe, la madre de los dos mayores (Prince Michael, de 13 años, y Paris Michael, de 12), alcanzaron poco antes un acuerdo extrajudicial sobre la custodia. La madre de Prince Michael II, de ocho años y apodado “Blanket” por la prensa , no ha sido identificada.
Rowe no percibió dinero de la herencia, más allá de lo pactado en su acuerdo matrimonial con el cantante, que se calcula recibió 8.5 millones de dólares.
Legado en disputa
El destino de los bienes económicos y musicales de Michael Jackson es un laberinto cuya salida bien podría ni siquiera existir. El control de su legado ahora está en manos de los ejecutivos nombrados por el cantante en su testamento, John Branca y John McClain, y los abogados de la madre del artista nunca ocultaron la intención de ésta de ser admitida como cogestora del patrimonio de su hijo. Pero para ello, tendría que rechazar el actual testamento que a la postre concede el 80 por ciento de la herencia a ella y sus nietos, y no ha habido más movimientos al respecto.
En la otra esquina del ring está Joseph Jackson, el padre del cantante. Ex boxeador y antiguo guitarrista, quien maltrató a sus hijos e incluso fue acusado de abusar sexualmente de uno de ellos. Tras la muerte de Michael, trató de aportar el calor familiar y la seguridad que el artista necesitó en vida y nunca tuvo.
Lo mismo se puede decir de muchos de sus hermanos, quienes aparentaron tener una relación estrecha en la despedida al genio, pero cuyas peleas y alejamiento fue la constante mientras el “Rey del Pop” estuvo vivo.
Y en el fondo del marco, la fortuna de Jackson, que asciende a unos 300 millones de dólares.
Sus tres hijos heredarán 33 millones de dólares cada uno, una fortuna que sólo podrán controlar por completo cuando cumplan 40 años. Jackson murió endeudado, pero las ventas de discos, de películas y otros negocios posteriores a su fallecimiento sacaron de la bancarrota sus cuentas bancarias.
El testamento del cantante divide el resto de esa cantidad en un 40 por ciento para su madre y un 20 por ciento para obras de caridad. No hay ni rastro que haga mención a sus dos ex mujeres, sus cinco hermanos, sus tres hermanas, su padre, sus trabajadores o sus amigos íntimos.
Aparecen “nuevos” hijos
La batalla por el testamento no comenzó por los que están, sino por los que aparecieron de repente. En diciembre, un joven que reclama ser hijo secreto de Michael Jackson acudió a un tribunal de Los Ángeles para exigir la parte que cree que le corresponde de esa cantidad.
Prince Michael Malachi Jet Jackson, que ya en agosto solicitó someterse a una prueba de ADN para demostrar que es hijo biológico del llamado “Rey del Pop”, se niega a aceptar el rechazo que ha recibido desde entonces y mantiene una batalla legal contra Branca y McClain, quienes le negaron el derecho a participar en el reparto de los bienes, a pesar de que presentó un certificado de nacimiento en el que figura como padre Michael Joseph Jackson, de Indiana, y como madre Zerline LaVette Dixon.
Meses atrás, en julio, el padre de Michael Jackson, Joseph, declaró que otro joven, Omer Bhatti, de 25 años, era un hijo secreto del cantante.
Bhatti estuvo presente en el funeral del artista, sentado en primera fila junto a los tres hijos de Jackson. Sin embargo, no ha hecho ningún escándalo en los medios tras el funeral.
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