Italia sigue conmovida por el drama que vivió una madre en plena sala de partos del principal policlínico de Messina, en Sicilia. Todo empezó cuando dos ginecólogos que asistían a Laura Salpietro, de 30 años, discutieron sobre si debían practicarle una cesárea. Sus diferencias llegaron a los insultos, y luego a los golpes, lo que ocasionó el retardo de casi una hora en el nacimiento de un bebé que por poco muere, junto con su madre.
Los dos médicos fueron suspendidos y la Policía investigan si son responsables de delitos que podrían llevarlos a la cárcel. Según "El Clarín", el director de ginecología, Domenico Granese, minimizó el hecho asegurando que la pelea de “dos cabezas calientes” no tuvo que ver con la hemorragia de la mujer que obligó a extirparle el útero para salvarla.
También dijo que el incidente no ocasionó los dos paros cardíacos que sufrió al nacer el pequeño Antonio, y que obligaron a ponerlo en coma farmacológico.
El ministro de Salud italiano, Ferruccio Fazio, viajó hoy a Sicilia para ofrecerle disculpas a la madre. “Intenté darle unas palabras de esperanza, y sobre todo traté de decirle que el gobierno está con ella y su familia en estos momentos”, dijo Fazio, según la agencia ANSA.