Santiago.- A poco de cumplirse un mes del derrumbe de la mina San José que dejó sepultados vivos a 33 mineros en Chile, los dueños de la veta recién hicieron públicas unas disculpas al país por la tragedia.
Los ejecutivos Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny declararon ante una comisión legislativa designada para investigar las causas del derrumbe, el más grave en toda la historia de la minería de Chile.
“Pido disculpas al país por el sufrimiento causado”, dijo en tono compungido Bohn en la comparecencia auspiciada por la Cámara de Diputados y que causó gran expectativa entre la prensa nacional e internacional.
El pasado 5 de agosto en la región norteña de Atacama 33 mineros escaparon de morir sepultados tras guarecerse en un refugio ubicado a 700 metros de profundidad y cuyo rescate el gobierno estima que demorara entre tres y cuatro meses.