El Ejército mexicano desmanteló hoy un campo de entrenamiento de sicarios en un rancho en la frontera entre los estados de Tamaulipas y Nuevo León donde 27 presuntos delincuentes murieron.
Una fuente del gobierno precisó que en el rancho se encontraban tres personas secuestradas.
Además, en el lugar se hallaron 23 armas largas, 532 cartuchos, 19 vehículos y droga.
Las personas fallecidas pertenecerían a un grupo de sicarios.