Bruselas.- La guerra en Iraq parece menguar de a pocos, pero una situación completamente distinta se vive en Afganistán, donde la insurgencia talibán ha puesto a las fuerzas de seguridad internacional en estado de alerta máxima.
Ante la amenaza de una oleada de atentados terroristas, la OTAN estudia el envío de 2,000 soldados más al país asiático para que entrenen a los militares afganos, neófitos aun en el arte de la guerra.
El pedido de refuerzo militar fue hecho por comandante de EE UU en Afganistán, David Petraeus, confirmaron fuentes de la Alianza Atlántica.
El nuevo contingente se sumaría a los 30,000 soldados estadounidenses de refuerzo que el presidente Barack Obama anunció en diciembre del año pasado en el marco de la nueva estrategia para hacer frente a los insurgentes en Afganistán.