El transporte público fue paralizado hoy en Francia y en Londres, donde los turistas y los habitantes que buscaban llegar a sus empleos fueron los más afectados debido a una ola de descontento causada por las medidas de austeridad gubernamentales.
Los sindicatos franceses desafiaron al impopular presidente Nicolás Sarkozy al convocar a una huelga general por los planes para elevar la edad de jubilación de 60 a 62 años, con la cual interrumpieron el servicio de trenes, aviones, autobuses, metro, oficinas postales y escuelas.
Del otro lado del Canal de la Mancha, millones de personas tuvieron dificultades para llegar a su trabajo, debido a que la huelga de los trabajadores del metro de Londres mantuvo cerrado gran parte del sistema de transporte subterráneo de la ciudad.
Es la primera de varias huelgas planeadas para protestar por recortes laborales, los cuales, afirman los trabajadores del metro, perjudicarán el servicio y afectarán a la seguridad.