Según el ministro de Seguridad de Honduras, Oscar Álvarez, la matanza de 17 empleados de un taller de zapatería fue perpetrada por pandilleros porque supuestamente las víctimas simpatizaban con una banda rival.
'Fue un pleito entre pandillas, un grupo llegó al lugar para eliminar a los presuntos simpatizantes de otra pandilla', expresó Álvarez.
Las edades de los fallecidos oscilan entre los 15 y 35 años.