Londres.- Por primera vez en lo que va de su pontificado Benedicto XVI reconoció que la Iglesia no actuó de manera decisiva o lo suficientemente rápida para frenar a los sacerdotes que violaron y abusaron sexualmente de niños.
“Es muy difícil de entender cómo pudo ocurrir esta perversión del sacerdocio”, dijo el Papa, quien ha llegado hoy a Edimburgo, donde iniciará una visita de cuatro días al Reino Unido, su decimoséptimo viaje al exterior desde el inicio de su pontificado en abril del 2005.
Benedicto XVI fue recibido en el aeropuerto por el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra.
Las declaraciones del Papa marcaron su reconocimiento más amplio hasta la fecha de las fallas que ha tenido la Iglesia en afrontar los escándalos por curas pederastas, que han estallado otra vez con nuevas revelaciones en Bélgica, donde hay centenares de víctimas. De ellas, al menos 13 se suicidaron con el pasar de los años.