Estados Unidos. Según publicó el diario Daily Mail, “En una vivienda ubicada en Lincoln, Nebraska, una pareja ata de manera muy cruel al niño de 22 meses a la pared con cinta industrial”.
La madre, Jayla Hamm, de 18 años, y su pareja, Corde Honea, de 19, pegaron al pequeño a la pared y para que no se escape le adhirieron las piernas con pegamento.
El hecho se supo cuando la pareja muestra las fotos de la tortura a unos amigos, y estos alarmados dieron aviso a la policía.
Una vez detenidos, confiesan que “lo hacían para no tener que castigarlo”, aunque existen imágenes que muestran a la pareja sonriente mientras el niño lucha por quitarse la cinta adhesiva de las manos.
En otra se ve al pequeño sufriendo cuando intenta alcanzar el biberón que previamente su madre lo pegó con la misma cinta a la pared.
La Policía afirmó que “la pareja lo hizo porque ‘les parecía gracioso’ y no para darle un escarmiento al bebé”.