El otorgamiento del premio Nobel de Literatura a Mario Vargas Llosa ha provocado que todas las miradas se dirijan hacia el otro gran escritor latinoamericano como es el colombiano Gabriel García Márquez.
¿Lo llamará?, ¿se sentirá feliz?, ¿lo volverá a ver?, son algunas de las preguntas que los periodistas quieren hacerle al autor de Cien años de soledad, quien a principios de la década de los setenta lo unía una gran amistad con Vargas Llosa.
Esa amistad, sin embargo, se acabó una noche del 12 de febrero de 1976 en la entrada de un cine en la Ciudad de México cuando el peruano le propinó un fuerte puñetazo al colombiano.
Hasta ahora los involucrados han mantenido un silencio sepulcral sobre los hechos y solo se han dado algunas hipótesis, entre ellas la del periodista Francisco “Paco” Igartua.
Según Igartua, él fue testigo de cómo el peruano se enfureció al ver al colombiano y, sin mediar palabras, se acercó y le asestó un puñetazo que sorprendió a su entonces amigo con los brazos abiertos.
En su libro de memorias “Siempre un extraño”, el periodista dejó entrever que entre los motivos estuvieron los celos, por unos supuestos consejos que había dado “Gabo”a Patricia –esposa de Mario– cuando esta tenía problemas conyugales.
Se sabe que hasta ahora no se han vuelto a comunicar ni a llamar, pero tal vez con la noticia del Nobel, el hielo finalmente se agriete.