Los Ángeles.- Lady Gaga es ya toda una diva del pop como Madonna y como tal ya merece ser tratada como una reina. Por lo menos así lo cree la intérprete de Poker face, quien en su última gira mundial ha elevado sus niveles de exigencias, que rayan en extravagancias, a los promotores que deseen contratarla.
Según se ha sabido, Gaga exige, por ejemplo, que la comida en caso se hospede en un hotel –cinco estrellas, por supuesto– sea servida a la cinco de la tarde en punto. El menú deberá variar conforme los días.
Así, los lunes estarían dedicados a las barbacoas, los martes, a la comida asiática y los miércoles, a la mexicana, mientras que los jueves, viernes y sábados quedarían reservados a la cocina americana, carnes y pasta. Sin olvidar los domingos, que sería el turno del pavo con guarnición.
Todo ello acompañado de tarros de miel que habría que repartir por su habitación, así como un tanque de oxígeno siempre preparada para la estrella.