En dicha presentación, el grafitero británico muestra una secuencia situada en una fábrica oscura donde trabajan varias personas con aspecto asiátco, pintando a mano cuadros de la popular serie animada.
Asimismo, aparece un niño revelando películas en un barril de ácido, y un empleado arrojando gatos a una trituradora para luego rellenar peluches de Bart. La presentación termina con la escena de un trabajador perforando discos compactos con el cuerno de un unicornio escuálido y viejo.
La controversial historia estaría inspirada en los informes de prensa que refirieron que el grueso de las animaciones de la serie las produce ahora una empresa surcoreana.