Tokio.- A situaciones desesperadas, medidas desesperadas. La automotriz más grande del mundo, Toyota, reveló que estudia suspender las exportaciones de su modelo Corolla y trasladar, a partir del 2013, la producción de este al extranjero.
La trasnacional nipona intenta así mitigar los efectos negativos generados por la fortaleza del yen, que al estar en niveles muy altos frente al dólar afecta a los ingresos que los exportadores del país asiático obtienen en el extranjero.
Según sus datos, Toyota ha vendido 24.5 millones de unidades del Corolla desde que lanzó este modelo, en 1966, hasta finales de 2009.
Todavía no se sabe a qué países se podría trasladar la producción de los automóviles pero se barajas las alternativas de Tailandia o China.