Humberto Lay: "El Estado no puede ser confesional"

En mayo de 1923 Leguía pretende manipular el sentimiento católico de la población. Consagrando al Perú al corazón de Jesús busca justificar la prórroga de su mandato presidencial. Es denunciado por la prensa, por trabajadores anarquistas, por pastores evangélicos, pero principalmente por Haya de la Torre y la UP. El 23 de mayo Haya pronuncia un discurso ante una multitud de estudiantes sanmarquinos condenando ?la imposición del anacronismo clerical en el Perú?. Unos cinco mil estudiantes hartos de dictadura, deseosos de libertad, salen desde la Casona de San Marcos a las calles de Lima, en dirección a palacio de gobierno. Un contingente policial sale a bloquearles el paso, ante lo cual se dividen en grupos más pequeños e insisten en llegar a palacio. La policía a pie y a caballo carga sobre los manifestantes con sables y disparos que matan a dos personas, un obrero tranviario, Salomón Ponce, y un estudiante, Manuel Alarcón Vidalón.1 Ante estos hechos la Federación Obrera local decreta un paro general.

Al día siguiente se produce otra manifestación estudiantil y los estudiantes llegan a la Plaza de Armas donde Haya pronuncia un discurso. Les dice a los policías No son ustedes responsables de la medida de terror que han masacrado a nuestros compañeros. El culpable es el sombrío tirano que se esconde allí, señalando al palacio de gobierno (un criterio que tiene plena vigencia en la actualidad). Treinta mil personas salen a las calles al sepelio de los dos fallecidos en la jornada de protesta. Ese mismo día el arzobispo de Lima anuncia que se suspende la consagración del Perú al sagrado corazón de Jesús. El movimiento de obreros y estudiantes había triunfado: el poder daba marcha atrás. Haya de la Torre sería arrestado en octubre de 1923 y haría una huelga de hambre de protesta. El régimen leguiísta lo deportaría a Panamá para deshacerse de él.

Este es un hecho muy recordado por los apristas en tanto que representa un evento fundador de lo que años después sería el APRA. De esta jornada surgirían los dirigentes más importantes de este partido. Sin embargo, con el paso del tiempo los principios que inspiraron esta jornada fueron abandonados y los dirigentes apristas sucumbieron ante el poder eclesiástico y el poder de los pocos que gobernaban el país.

Es una pena las criticas de esta persona y ahora por fin Lay se saca la mascara dice ser cristiano y sin embargo niega la posibilidad que el Perú sea protegido por Nuestro Señor de los Milagros ( que es el mismo Jesucristo representado) , si en verdad tuviera un corazón cristiano como dice deberia de pensar que es a Cristo al que rechaza, antes de hablar deberia de pensar, Todo aquel que cree en Cristo es Cristiano ya sea Católico o Evangélico... andan como dice Corintios 1, 10 - 17 y al final todos somos de Cristo claro todo el que cree en Él. Señor Lay un verdadero Cristiano no ataca a sus hermanos y hermanos somos los que creemos en Jesucristo y no negamos las verdades de la Fe.
Si es de Dios como dice la palabra Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios o esta con uno o el otro..asi que o DIos o la política los dos no puede ser....No lo critico solo le rcuerdo lo que un Cristiano es el que cree en Cristo..