Michael Douglas sigue recuperándose del tratamiento para su cáncer de garganta, pero no renuncia a visitar a su hijo en prisión. El joven fue condenado por tráfico de drogas y debe permanecer encarcelado hasta diciembre de 2013. Mientras tanto, su padre se esfuerza por brindarle apoyo, aunque no pueda ir a verlo tanto como quisiera.
Douglas está luchando contra el avanzado cáncer de garganta que padece por medio de quimioterapia y radioterapia, pero no ha renunciado a continuar con sus rutinas familiares.
Entre Manhattan -donde vive el actor- y la cárcel de Pensilvania hay un viaje de tres horas en coche que, en estos momentos, supone un gran esfuerzo físico para el artista, teniendo en cuenta su deteriorado estado de salud.
El joven fue condenado el pasado abril por tráfico de cristal y posesión de heroína, y está establecido que salga de prisión dentro de tres años. Sin embargo, podría salir en 2012 si se somete a un programa de desintoxicación.
En sus últimas apariciones a Douglas se lo vio muy desmejorado, prueba de lo encarnizada que es la batalla contra la enfermedad.