Maranhao.- En el estado amazónico de Maranhao al norte de Brasil, se encuentra el complejo penitenciario de Pedrinhas. Este fue escenario de un sangriento motín donde fallecieron 18 presos.
Los presidiarios se amotinaron exigiendo mejores condiciones como el agua en buen estado y mejores alimentos. Así mismo rechazaron la sobre población del penal, el cual alberga a 4 mil presos en un área que solo ha sido abastecida para sólo 2 mil almas.
El motín duró 30 horas, tomando como rehenes a seis guardias, de los cuales uno quedó gravemente herido. Los revoltosos no quisieron negociar con la gobernadora de la región. Sin embargo, el pastor evangélico Marcos Pereira y el Juez Marcelo Lobao, lograron convencer a los líderes de que depongan la medida, con la promesa de que sus demandas serán escuchadas.
Durante el motín surgieron enfrentamientos entre los internos, al parecer por ajuste de cuentas. Un vocero del gobierno de Maranhao, señaló que hubo feroces enfrentamientos, donde 18 presos perdieron la vida. Manifestó que seis de estos murieron degollados.