Rio de Janeiro.- La policía de Río de Janeiro le dio un ultimátum el sábado a los traficantes de droga escondidos en una favela en las faldas de un cerro, para que se entreguen y ayuden a terminar con la violencia urbana que ha dejado al menos 46 muertos.
Más de 1.000 policías y oficiales del Ejército rodearon el villorrio en un esfuerzo inusualmente determinado de las fuerzas de seguridad para tomar control del territorio, controlado por mucho tiempo por pandillas de narcotraficantes.
Las autoridades anunciaron la batalla como parte de un esfuerzo mayor por pacificar la ciudad antes de los Juegos Olímpicos del 2016. Las pandillas de traficantes han resistido incendiando cerca de 100 autos y autobuses, además de disparando a la policía con armas automáticas.