Madrid.- Podrán tener sus diferencias políticas pero en el fondo se protegen las espaldas. Documentos diplomáticos desclasificados por Wikileaks revelaron que el presidente estadounidense Barack Obama buscó proteger a la administración de su predecesor, George W. Bush, de acusaciones de tortura en una investigación en España.
Según los documentos hechos públicos por el diario español El País la embajada estadounidense en Madrid envió a Washington un cable en el cual indicó cómo el Departamento de Estado y la Casa Blanca debían actuar sobre España para evitar ese proceso.
La embajada contactó a la cancillería y al ministerio de Justicia españoles, a los cuales advirtió que para Washington se trataba de un “asunto muy serio”, y a los pocos meses el caso fue archivado.