Seúl.- Después de un 2010 en el que los tambores de guerra sonaron más fuerte que nunca en la península coreana el presidente surcoreano Lee Myung-bak lanzó un mensaje de paz y conciliación hacia su vecino del norte.
“Quiero recordar al Norte que el camino hacia la paz está aún abierto. La puerta del diálogo está abierta”, declaró el mandatario en un discurso televisado la nación con motivo del Año Nuevo.
Lee, sin embargo, señaló que Pyongyang debe mostrar su disposición al dialogo y dejarse de provocaciones peligrosas. “Si nos vuelven a agredir solo encontrarán una respuesta fuerte y severa por parte de nosotros”, señaló el gobernante recordando el ataque del Norte a la isla surcoreana de Yeonpyeong el pasado 23 de noviembre en el que fallecieron dos civiles y dos militares.