Johannesburgo.- Pocas horas después de que el obispo Desmond Tutu dijera que Nelson Mandela se encontraba “frágil”, hoy se ha sabido que el ex presidente sudafricano fue ingresado al hospital Milpark de Johannesburgo.
La noticia ha causado pánico entre los sudafricanos que temen la desaparición de su más grande líder al que llaman “Madiba” (su nombre de clan).
Según fuentes oficiales de la Fundación Mandela se trata de un “test rutinario”, pero los medios de comunicación hablan de una posible neumonía.
Por lo pronto, decenas de medios nacionales e internacionales ya se han apostado a las afueras del centro médico a la espera de las últimas noticias y en medio de un exceso de secretismo con el que se está llevando el asunto.
Desde la Fundación se ha contestado a las críticas con un conciso mensaje: “No está en peligro y está animado”.