Jerusalén.- Por primera vez desde el inicio de la crisis en Egipto, Israel se pronunció ante la posible caída del presidente Hosni Mubarak, su principal aliado en la región, y lo ha hecho de manera cautelosa.
“La paz entre Israel y Egipto dura más de tres décadas y nuestro objetivo es garantizar que estas relaciones de paz se mantengan en cualquier escenario. Seguimos con mucha atención lo que sucede en Egipto y en la región”, declaró el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
El Premier señaló que debido a la gravedad de la situación ha ordenado a sus ministros no hacer ninguna declaración al respecto ya que lo principal es mostrar una actitud de “responsabilidad, contención y máximo sentido común”.
El temor que existe en Jerusalén es que una vez expulsado del poder Mubarak, su sucesor pueda renunciar a los acuerdos de paz Con Israel firmados a fines de la década de los setenta y que son vistos con odio por varios sectores del mundo árabe musulmán.