El Cairo.- En un intento más de calmar las fuertes protestas, el vicepresidente egipcio Omar Suleiman anunció que ni el presidente Hosni Mubarak, ni su hijo Gamal, ni él mismo se presentarán en las próximas elecciones presidenciales de octubre.
El anuncio supone el fin de la alternativa filial sucesoria del poder en Egipto, pues durante años se daba por hecho que Mubarak estaba preparando a su hijo para que lo reemplace tras más de 30 años en el poder.
Las protestas estallaron hace 10 días por sectores civiles de la población que exigen la renuncia del presidente y se instaure un régimen más democrático, al mismo estilo que la revolución de Túnez.
Informes de las autoridades sanitarias estiman en más de 300 los muertos y más de 1,500 los heridos por las manifestaciones que se concentran en El Cairo y Alejandría.