Santiago.- Surge una nueva teoría respecto a la misteriosa muerte del ex presidente chileno Salvador Allende aquel fatídico 11 de setiembre de 1973.
El escritor y periodista chileno Camilo Taufic reveló las conclusiones de una investigación que realizó en los últimos años y concluyó que el deceso del mandatario chileno se debió a un suicidio asistido.
El encargado de rematar a Allende, según las indagaciones de Taufic, fue Enrique Huerta, intendente de Palacio y miembro de la guardia personal del presidente, los llamados “GAP” (Grupo de Amigos Personales), en un “acto de solidaridad humana y política”.
Según sus investigaciones Allende se disparó el día del golpe militar con una arma rusa pero no logró matarse por lo que recibió el “tiro de gracia” de su guardia personal. Luego se tejió la leyenda de que había sido con el fusil de asalto AK-47 que le había regalado Fidel Castro.