El Cairo.- El expresidente egipcio Hosni Mubarak, que renunció al poder el viernes pasado, se encuentra sumido en una profunda depresión que le hace no querer tomar sus medicinas, informó hoy el diario Al Gumhuriya.
“Mubarak todavía no termina por aceptar que ya no está en el poder y eso lo tiene como perdido. Deambula por su residencia sin decir nada con el pensamiento retraído”, señaló una fuente cercana al exgobernante.
Según la misma fuente, quien prefirió mantener el anonimato, Mubarak está enfermo y rechaza tomar medicamentos porque se encuentra en un estado psicológico difícil.
Mubarak insiste en que no abandonará el país bajo ninguna circunstancia, pese a su delicado estado de salud, y que permanecerá en el balneario de Sharm el Sheij, junto a la costa del mar Rojo, y con un equipo de médicos de cabecera.
En marzo del año pasado Mubarak, de 82 años, fue operado en Alemania donde le extirparon un pólipo del intestino delgado y la vesícula biliar, después de diagnosticarle una inflamación en ese órgano.