Londres.- La estación de trenes de Liverpool se convirtió en el escenario de más de 70 bailarines que se confundieron con comunes pasajeros. De repente se escuchó la música y los bailarines poco a poco se integraban en la contagiante coreografía.
La movilización danzante se dio para grabar un comercial de la empresa T-Mobile.
Desde rock, pop y hasta un vals de Strauss se bailaron. La gente común también se unió e improvisó algunos pasos, informó RPP.