Tokio.- El anuncio de la explosión de un tercer reactor en la planta nuclear de Fukushima y, por ende, el aumento de la radioactividad en el ambiente ha desatado el pánico en Tokio, donde periodistas extranjeros y diplomáticos han empezado a evacuar la ciudad.
Por lo pronto, el gobierno ya anunció la presencia de sustancias radioactivas como cesio en la capital japonesa, pero estas son mínimas como para afectar la salud de la población.
Las partículas habrían sido transportadas por las corrientes de aire que se vuelven peligrosos portadores de radiación.
La situación es tan grave en la costa noreste del país que las autoridades han declarado una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros, mientras pidieron a la población de Fukushima no salir a la calle en un radio de 30 km.