Tokio.- Hacía 22 años que no escuchaban un discurso público de su amado y casi divino líder, pero el terremoto ha obligado al emperador Akihito a dirigirse a su pueblo y pedirles luchar con entereza ante la crisis desatada por el terremoto y tsunami del pasado viernes.
En un inusual discurso emitido por cadena nacional, Akihito expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y expresó su preocupación por la emergencia nuclear que se vive en la planta de Fukushima.
“Estoy profundamente preocupado por la situación nuclear, ya que es impredecible. Con la ayuda de los expertos, espero que las cosas no vayan a empeorar”, declaró el emperador.
“No sabemos el número de víctimas, pero rezo para que cada persona puede ser salvado”, expresó el líder de 77 años y quien venerado, junto a su familia, por el pueblo nipón.