Si hace unos días se aprovechó de la inocencia de un novato arquero para meter un golazo, hoy se puede decir que la "Santísima Trinidad" cobró su revancha y lo hizo comer tierra.
Zinadine Zidane, que jugaba con unos niños en un descuidado campo, esta vez no sólo se llevó los abrazos y cariños del público presente, sino un dolor de cabeza que difícilmente olvidará.
Vea la vergonzosa caída de uno de los mejores jugadores en la historia del fútbol.