André-Joseph Léonard, jefe de la Iglesia católica en Bélgica, fue agredido con cuatro tortazos por estudiantes de Lovaina la Nueva, en el sur del país.
El ataque, que tuvo lugar durante una conferencia en una residencia de estudiantes, se debe a las polémicas declaraciones del arzobispo sobre la homosexualidad, el sida y la pedofilia.
“Se lo merecía por todos los homosexuales que no se atreven a decírselo a sus padres y por todas las jóvenes que quieren abortar”, declaró una de las personas que estampó el pastel en la cara de Léonard.