Durante la toma de altura, la aeronave sufrió fallos sus motores y la tripulación decidió efectuar el aterrizaje en el aeropuerto de Domodédovo, adonde llegó con sus tres turbinas apagadas.
Más de 200 periodistas ha sido asesinados o han desaparecido en Rusia en los últimos diez años, denunciaba un panfleto distribuido durante la manifestación en la capital rusa.