Mejor comunicación entre profesionales de la salud y sus pacientes, eficiencia en las instituciones médicas y acceso remoto a consultas y diagnósticos son algunos de los beneficios de las tecnologías de la salud.
El proyecto cuenta con la participación de entidades de 10 países y contempla la implantación de siete pilotos en España, Italia, Turquía, Noruega, Austria y República Checa.