La noticia de un escolar acuchillado en horas de la mañana por otro estudiante causa preocupación sobre qué clase de ciudadanos se están forjando en los colegios peruanos.
Dicha reflexión, realizada por nuestra destacada periodista Laylah Ferreyra en Generacción en la radio, nos conduce a buscar la solución para dar fin a toda manifestación de violencia en los centros educativos y que hoy tiene como ejemplo bandera el enfrentamiento entre dos unidades educativas emblemáticas de Lima, el Melitón Carvajal y el Alfonso Ugarte.
Según la mujer de prensa, la primera responsabilidad la tienen los padres, quienes a través del diálogo y la comunicación pueden dirigir el rumbo de sus hijos. Asegura que ello puede evitar que muchos de ellos caigan en las drogas y en las pandillas, falsos cobijos a los cuales la mayoría de adolescentes recurren para olvidar sus problemas.
Y en segundo puesto se encuentran las autoridades del Estado, quienes a través de estrategias, programas y acciones pueden "sensibilizar a las escuelas" para advertir sobre el peligro que nos depara si crecemos en una sociedad violenta.
Finalmente, Ferreyra repara que la mejor manera de superar nuestros desacuerdos tanto en los hogares como en las escuelas es reconocer que somos distintos y que nuestras diferencias se pueden domesticar para convivir con ellas.