Luiz Inacio Lula da Silva acaparó la portada de varios medios brasileños al besar en la boca a la sindicalista Alzira Hardtkopp Martins. La foto del encuentro efectivo fue la sensación por varios días.
Por su lado, la dirigente sindical aseguró que ni su marido ni sus hijos le harán reproches. "Yo me dije en ese momento Dios mío, un beso a Lula y luego se me aflojaron las piernas", declaró.
El inesperado beso se produjo cuando el ex presidente saludaba a sus seguidores, quien siempre se le acercan para darle un apretón de manos. En esa situación llegó el ósculo: el tumulto le jugó una mala pasada a Lula.
El ex mandatario venía de un congreso del Partido de los Trabajadores (PT) en donde criticó a las elites que defienden la desigualdad social y aprovechó para anunciar que retomará la actividad política de cara a las elecciones del 2012.