La ciudad de Trípoli no sólo vive los enfrentamientos entre los rebeldes y los aliados al dictador Muamar Gadafi, sino también a la escasez de agua y energía eléctrica.
Como justificación al corte de esos básicos servicios, los rebeldes adujeron que lo hicieron para evitar que el agua sea envenenada, informó la agencia Andina.
Además, debido a los heridos y muertos tendidos en las calles de la capital, se supo que los alimentos ya escasean e incluso se han agotado en los restaurantes.