Quizás respirando el olor de su muerte el exdictador libio Muamar Gadafi pidió en su testamento ser enterrado “con las ropas de su muerte” en su ciudad natal, Sirte.
Además, aseguró en su última voluntad que rechazó “por honor y por deber numerosas ofertas para cesar su lucha de resistencia contra los agresores extranjeros”.
Tal afirmación fue publicada en la propia página web del oscuro personaje que amordazó por 42 años a Libia, y que fue levantado por el diario británico The Guardian,
Así quería ser despedido pero fue enterrado en el desierto. “En las ropas que llevaba en el momento de mi muerte, y mi cuerpo sin lavar, en el cementerio de Sirte, junto a mi familia”.