Irina Shayk asistió a los premios Marie Claire junto a su novio el jugador Cristiano Ronaldo donde demostraron que los buenos modales no son lo suyo.
La modelo fue premiada como la mejor top durante el evento y aunque la pareja estaba sentada en una mesa con otras personas, incluso con la anfitriona de los premios, dieron las espaldas para atender el acto y conversar entre ellos.
Tanto Irina como Cristiano se mostraron distantes, cerrados y poco amables con el resto de la gente que los acompañaban en la velada, un acto muy criticado durante toda la noche.
La pareja también se mostró reacia con la prensa a la cual evadieron en todo momento.