Llamarte 2011, un encuentro de amor y de arte

Si bien es cierto que todo lo que sucede obedece al principio de la causalidad, no por eso lo que entendemos por casualidad deja de jugar un rol de cierta importancia en el decurso de los acontecimientos. De manera que si estoy bien advertida de la concatenación en nuestras vidas de causas y efectos que se suceden día a día, no dejo por ello de maravillarme por lo que a primera vista se revela ante nosotros como lo felizmente inesperado. Un hecho que sin duda es siempre consecuencia de otro, no por ello viene sin revestirse con el ropaje propio de la espontaneidad.

Ese es el sentir que me ha dejado la forma en la que Llamarte 2011, una aspiración de siempre en todos los artistas que se han involucrado incondicional y, por lo tanto, desinteresadamente, en la organización de este encuentro de arte en su sentido más amplio. Vivas mantengo las imágenes del día que decidimos iniciar esta cruzada, la que como dice mi amigo el Doctor Ricardo Pum consiste en “llamar... con amor... al arte...”, pues a través de ello, a partir de ese momento, se han ido sumando un sinnúmero de artistas y, felizmente, también de generosos auspiciadores.

Nada más tierno y noble puede haber cuando el arte y el trabajo arduo y responsable se ponen al servicio amoroso e incondicional para llegar en ayuda del hermano necesitado, como es el caso de los niños, adolescentes y mujeres que viven en las provincias del interior de nuestro país en medio de la agobiante precariedad, sufriendo a la vez los embates del terrible cáncer. A quienes “La Casita de Paz, fuente de vida”, organización sin fines de lucro dirigida por Ricardo Pum, les brinda alimentos y alojamiento que acompaña  siempre satisfactoriamente la necesaria terapia.

Llamarte 2011, queridos amigos, constituirá, no solo por el hecho de ser un escenario de sinérgico encuentro entre artistas no únicamente plásticos, sino también una conjunción de voluntades en pro de nuestros prójimos más vulnerables y necesitados, un momento en el que el arte se convierte en el elemento de enriquecimiento espiritual de todos aquellos que deriven hacia el espacio en el que se plasma. Haciendo que la Galería de Arte del Parque de la Amistad del distrito de Surco se convierta entre el 2 y 4 de diciembre en un escenario de vasto hermanamiento. 

“El dolor no puede vencer al amor” es el leitmotiv que ha impelido a participar a artistas de todos de todos los géneros. La pintura, escultura, el dibujo, el grabado, el arte utilitario, los trajes venecianos, así como la danza en general y la contemporánea en particular, la música y el teatro, al igual que la cinematografía y la fotografía, se darán cita en un escenario pleno de magia y alegría, un universo onírico, lúdico y de fantasía de las buenas. Todo con el único propósito de estimular la sensibilidad de quienes se den ahí cita, contribuyendo de esa forma a construir un mundo bello y mejor.