A manera de aperitivo
No existe restaurante en el Perú que no tenga una pizarra negra donde esté escrita la palabra “MENU”, que no es más, que una lista de los platos que se venden ese día. Generalmente consta de una entrada: casi siempre es “Sopa de casa” o “Papa a la huancaína”. Como plato de fondo son tres a cuatro presentaciones a escoger y el consabido “Fresco” (una infusión, fría o caliente). Muchos me afirman que esta costumbre tan popular tomó fuerza a raíz de que el hoy fenecido Pablo Gutiérrez, en su momento alcalde del distrito limeño de Chorrillos, ordenó mediante decreto municipal que para que todo establecimiento de expendio de comidas tengan como mínimo una presentación popular ya que el Perú, de esos años, atravesaba una crisis económica muy notora... Yo concuerdo con ellos.
La Historia:
Se llama menú a la lista de platillos que componen una comida y – por extensión – al papel o cartulina donde están escritos los mismos, y que en los restaurantes se conoce como “carta”.
Parece ser que la palabra “menú” data de 1718, aunque de hecho, las listas de platillos se hacían desde antes. En un principio, la lista era puesta en la pared para que los oficiales de boca siguieran el orden del servicio.
Una anécdota cuenta que en 1849 el duque Enrique de Brunswich agasajó con un banquete al conde Hans de Montforte, en Baviera. En el transcurso de la comida el duque consultaba un pergamino que tenia delante, intrigado, el conde de Montforte le preguntó que leía con tanto interés, a lo que éste respondió: “la lista complete y por orden de los manjares y vinos que nos van a servir”.
La idea gustó mucho y empezó a difundirse por diversas partes, poniéndose de moda. Luego se hicieron listas individuales y hasta pintadas a mano por grandes artistas. En el siglo XIX los restaurantes del Palais Royal hicieron unas pequeñas reproducciones de las listas de la pared, para dárselas a los clientes.
Los primeros menús contenían una larga lista de platos, frecuentemente en desorden y poco variados. Con el tiempo, el número de platillos de la lista se redujo mucho, se buscó un mejor equilibrio entre ellos y se procuró elaborar platos mas sencillos pero mas nutritivos.
El gran cocinero Augusto Escoffier hizo notar que escoger el menú era de las cosas más difíciles para un chef, sobre todo en los restaurantes. Se tiene que pensar en dejar contentos a todos: al que come poco y al que come mas, al que gusta de lo tradicional y al que prefiere lo novedoso, hay que cuidar esmeradamente la calidad de la materia prima, aprovechando también los productos que en esa época se encuentran y pensar qué especialidades se pueden tener, buscar una armonía entre los platillos y además, hacer renovaciones. Pero nunca se introduce un platillo a la carta, si el cocinero no está bien seguro de él.
A continuación se exponen algunos menús de diferentes lugares y épocas, que nos permitirán ver cuanto ha evolucionado la gastronomía hasta llegar a los menús sencillos de nuestros días.
En el siglo XV en la corte de Borgoña – la más refinada de su época en Francia – había un cierto orden en la sucesión de platillos, aunque el número de los mismos era enorme. No obstante, en otros lugares, este orden se fue adquiriendo más tardíamente, como lo muestra el menú de Martinez Montiño que se presenta a continuación y que dista mucho de parecerse al menú de nuestros días.
Menú español de 1623, anotado en el libro Arte de cocina de Francisco Martínez Montiño ( )
Primera Vianda
Perniles con los principios
Capones de leche asados
Ollas de carnero, aves y jamones de tocino
Pasteles hojaldrados
Platillos de pollo Con habas
Truchas cocidas
Gigots de pierna de carnero
Torreznos asados y criadillas de cordero
Cazuelas de natas
Platillos de arteletes de ternera y lechugas
Empanadillas de torreznos con masa dulce
Aves en filete con huevos megidos
Platos de alcachofas con jarretes de tocino
Segunda vianda
Gazapos asados
Morcillas blancas de cámara sobre sopas de bizcochos y natas
Pastelones de ternera, caña, pichones y criadillas de la tierra
Ternera asada y picada
Empanadas de palominos
Platillo de pichones con criadillas de carnero y cañas
Empanadas inglesas de pechos de ternera y lenguas de vaca
Hojaldres rellenos de masa de levadura
Fruta de cañas
Pollos rellenos sobre sopas doradas
Empanadas de venado
Pastelillos de conservas y huevos megidos
Tercera vianda
Salmón fresco
Pollos asados sobre arroz de grasa
Pastelones de salsa negra
Cabrito asado y mechado
Tartas de dama
Lechones en salchichones
Empanadas frías
Barbos fritos con tocino y picatostes de pan Manjar blanco
Frutas de piña
Bollos maimones
Corzo
Material de Investigación
(1) C.F. Mara Mestayer de E. Historia de la Gastronomia, p. 208 y 209. En este menú, se respeta el orden y la ortografía con que fue escrito originalmente