Ni bien enterados los cinéfilos del próximo estreno de la versión moderna de Los Tres Chiflados, muchos se preguntaron qué había pasado con la vida de este grupo cómico.
Moe, Larry y Curly, se hicieron famosos por sus cortometrajes entre 1922 y 1970, cultivando una comicidad basada en la violencia física y en el juego verbal.
Juntos protagonizaron 190 cortos (de aproximadamente 16 minutos cada uno) y luego saltaron al cine, plataforma que permitió que las nuevas generaciones los conocieran.
Sin embargo, no todo fue risa para este conjunto, quienes nunca fueron propietarios de su obra sino empleados a sueldo por semana. Esta circunstancia los obligó a actuar incansablemente hasta que las enfermedades, la vejez o la muerte los alejaron del cine.
La sorpresiva muerte de Curly en 1952, cambió la perspectiva de la serie humorística. Sus reemplazos -como Shemp y Joe- no calaron en la teleaudiencia.
En 1975 fallecieron Larry y Moe, en los meses de enero y mayo respectivamente. Este último había participado de giras y hecho apariciones en universidades hasta poco antes de su deterioro físico y de su consiguiente fallecimiento. Larry, en cambio, ya había sufrido una hemiplejía y se encontraba recluido en un asilo desde hacía unos cuantos meses.