Un singular heladero turco tomó el pelo a un turista japonés que pidió uno de sus helados sin saber que se iba a exponer a una simpática broma.
Y es que el peculiar heladero le sirvió un helado al joven haciendo miles de piruetas que no lo dejaban saborearlo ya que se lo iba jalando con el cucharon que servía, haciendo que el público comience a reirse.
Por su parte, el cliente lo miraba atónito mientras intentaba agarrar el helado sin obtener éxito alguno.
A continuación, el peculiar heladero turco haciendo de las suyas: