Ríos profundos narra la historia de Ernesto, un niño o adolescente que viaja con su nómada padre por los andes del Perú. Narrado en primera persona por el muchacho, Arguedas describe la magnificencia de las montañas y las profundidades mágicas de los ríos de las cruzan.
En la segunda parte del libro Ernesto es inscrito en un internado en la zona de Apurimac, donde cuenta las aventuras vividas con sus compañeros de colegio. Allí descubre un trompo mágico que puede comunicar mensajes y sentimientos a su padre a través de la distancia. El autor transmite una sensibilidad en sus líneas propias de una chiquillo que está descubriendo el mundo a su alrededor, puro y sin malicia, con misericordia por los desvalidos y con una complicidad clara por los rebeldes.
Sus historias en el internado me recuerdan a las de Bryce Echenique en ¨No me esperen en Abril¨, por supuesto con la diferencia geográfica que marca culturas y vivencias diferentes. También me recuerda a las mías; creo que todos tenemos grandes historias que no se olvidan cuando las contamos una y otra vez. A veces parecen que fueron sueños, pero cuando te encuentras con testigos, en este caso tus compañeros de salón, se convierten en momentos valiosos, sin embargo es difícil alcanzar una calidad literaria como Arguedas o Bryce para relatarlas.
José María Arguedas (1911-1969) fue un escritor, poeta y antropólogo peruano que también se dedicó al estudio del folclor peruano. Traducía literatura del quechua al español, es así como recoge diversos cuentos como "El sueño del Pongo" que está incluido en su libro "Agua y otros cuentos" escrito en 1935.
"El forastero lo descubre casi de repente, teniendo ante sus ojos una cadena sin fin de montañas negras y nevados, que se alternan. El sonido del Apurimac alcanza las cumbres, difusamente, desde el abismo, como un rumor del espacio.
El río corre entre bosques negruzcos y mantos de cañaverales que sólo crecen en las tierras quemantes. Los cañaverales reptan las escarpadas laderas o aparecen suspendidos en los precipicios. El aire transparente de la altura va tornándose dense hacia el fondo del valle.
El viajero entra a la quebrada bruscamente. La voz del río y la hondura del abismo polvoriento, el juego de la nieve lejana y las rocas brillan como espejos, despiertan su memoria los primitivos recuerdo, los más antiguos sueños"
(Fragmento de Ríos Profundos)
* Periodista, especialista en temas culturales.
Artículo tomado del blog Inktense