No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que lo vi jugar, lo que sí recuerdo es que desde siempre ha sido mi ídolo. He gritado todos sus goles, incluso los que hizo con Sporting Cristal, porque el grito nunca fue por el equipo, sino por celebrar uno suyo. Los de la selección, los "Chorrigolazos" esos sí los grité por todos y cada uno de los peruanos que existen. Hoy leo que él confirma esta noticia que ya tenía un buen tiempo rondando por todo el Perú: "El 'Chorri' le dice adiós al fútbol" y me siento triste.
Hasta el día de hoy es mi ídolo máximo del fútbol peruano. Lo vi jugar por la blanquirroja como nadie, lo vi correr, barrerse, defender, atacar, levantar a los demás, levantar al público, perfilarse y patear el balón de esa manera que sólo él sabe (con cualquiera de las dos piernas por igual) para que gritemos la palabra bendita: ¡Golazo!
No escuché a nadie dedicarle tanto amor al Perú como él. Es un orgullo para el Perú y un ejemplo de carrera (y vida) para todos los jóvenes que quieren ser futbolistas. Recuerdo con mucho cariño y nostalgia el gol contra Uruguay en las Eliminatorias para Francia 98. Estaba sentado en un mueble con un amigo, comía pizza y escuchaba el relato de Micky Rospigliosi -que en paz descanse-, hasta que llegó ese remate. Salté, grité, le pegué a mi amigo y me acerqué a la ventana (vivía en un quinto piso) para gritar el gol. Todos salieron a hacer lo mismo. Fue perfecto.
El momento ideal y de mayor orgasmo futbolístico lo tuve en aquel gol contra el Paraguay de Chilavert en las Eliminatorias. Pase al medio de Solano, amague del "Chorri" y gol al ángulo. Mientras gritaba de emoción, nuestro querido "Chorri" hizo lo que nadie pensó, pero todos sabíamos que sentía, se levantó la camiseta y mostró el famoso polo rojo de "Te amo Perú". Lloré y estoy seguro que muchos lo hicieron. Fue más que perfecto, fue alucinante.
La carrera del "Chorri" empezó en Sporting Cristal, pasó por México (Puebla), se fue a Brasil a jugar 5 partidos por Cruzeiro -incluida la Copa Intercontinental- volvió a México a jugar por los Tecos del 97 al 2001, tuvo su segunda chance de jugar en Cristal y tras dos años regresó a México a jugar por Tecos, Monarcas Morelia y Atlas; luego mostró su fútbol en el Deportivo Cali para terminar su ciclo internacional en la Liga Universitaria de Quito. Desde el 2007 está en Cristal, su casa, y su último equipo.
Recuerdo haberme emocionado bastante cuando se dijo que Roberto Palacios podía fichar por Alianza Lima, porque consideraba que tener a mi ídolo de la selección en el equipo de mis amores sería el complemento perfecto. Lamentablemente no sucedió. podría escribir miles de líneas más pero sé que sería un poco aburrido, no por el tema, sino porque considero que no estoy para escribir tanto jaja.
Termino esta columna deseándole a Roberto Carlos Palacios Mestas, el "Chorri", el mayor de los éxitos en lo que se viene en esta etapa alejado de las canchas como protagonista y le doy GRACIAS INFINITAS por todos los goles que grité gracias a él.