El capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, hizo una reveladora confesión sobre un desperfecto que llevaba el crucero días antes a su naufragio.
Durante sus declaraciones al juez que lo investiga, Schettino señaló que la 'caja negra' de la embarcación estaba rota desde hacía 15 días.
Por otro lado, responsabilizó a la empresa propietaria del Concordia, la naviera Costa Cruceros, por no haber dado en su debido momento la orden de evacuación.
Schettino señaló que si la compañía iniciaba tal acción posteriormente tenía que haber pagado cerca de 10 mil euros por pasajeros a manera de compensación.