A favor de los hispanos de EE.UU e hispanos de nuestra Región

El autor del artículo: Gustavo Saberbein

Desde hace no mucho tiempo, otra vez, viviendo en Chicago, se me ha vuelto a meter en la cabeza el buscar formas de unir a los intelectuales latinos, o hispanos, o latinoamericanos de habla o descendencia hispana que viven en EE.UU, para intercambiar ideas y actuar, desde aquí, en los EE.UU, en favor de los hispanos en EE.UU (tal como “oficialmente” nos prefiere denominar el gobierno) y también en  favor de nuestros propios países, en especial de los más necesitados. Tal como lo han hecho otros países con éxito, por ejemplo la China, con el éxodo chino.  

Hay tantos cambios en el mundo, son tan rápidos que la mayoría de la gente apenas comienza a darse cuenta. Por ejemplo, en algo no tan grande, ¿que van hacer las universidades estadounidenses para educar a los nuevos universitarios de los próximos 15 años o 20 años que mayoritariamente van a ser de color? O, ¿qué hacer, ante la declinación evidente de EE.UU, en los campos económicos, políticos y sociales, desde hace un buen número de años? Por eso y otros hechos, escribí un  artículo al respecto, denominado”Poder corporativo  y democracia” titulado también,”De cómo el poder corporativo está acabando con el sueño americano”, que  www.generaccion.com publicó no hace mucho en Lima y algunas redes a nivel internacional.

Me gustaría empezar, a nivel de comunidad, a fortalecer nuestra identidad y autoestima, en EE.UU y en nuestros propios países, que casi todos sepan qué somos y de dónde venimos y por qué somos como somos, y todo lo bueno que tenemos y podemos sacar de él. Por cierto, no hemos sido, ni somos hasta ahora, a este respecto, bien educados.

Una comunidad sin educación, que odia, en gran parte, históricamente hablando, a su padre(los españoles) y a su madre (las indígenas) y que cree que estaríamos mejor si hubiésemos sido colonizados por los ingleses, no puede sentirse bien y avanzar. Una comunidad que ha hecho suya la leyenda negra, porque se la enseñaron desde la primaria, no está en condiciones de sentirse igual, por ejemplo, ante los caucásicos, ni estar orgulloso de su historia, ni menos tener una buena auto-estima, ni tampoco hacer lo máximo posible, para que sus hijos vayan a una  universidad de buena calidad; todo lo cual es necesario para mejorar su bienestar y alcanzar, en el tiempo, un buen lugar en la sociedad en que viven. 

Cuando Samuel Huntington comenzó a escribir en el 2004, que los hispanos le hacen daño a EE.UU y que su presencia era un desafío, no era sino un adelanto del anti-hispanismo republicano que ahora vivimos. Con un amigo, chileno, Andrew Sund, historiador, rápidamente nos dimos que cuenta lo que para nosotros significaba que Huntington dijera eso. Y le respondimos, cual gota de agua en el desierto, con un artículo ad-hoc.

También me gustaría intercambiar ideas para que nuestros hijos y nietos, si deciden vivir en EE.UU, y el pueblo estadounidense en general, no sufran el dictado de la “Oligarquía Corporativa”, ni el menoscabo de sus derechos laborales y sociales adquiridos con Roosevelt, en los treinta, y Johnson, en los sesenta. Y sobre todo, para que puedan tener un trabajo decente y una vejez protegida.   

Muchos de nuestros hijos y nietos, hablo en este caso de de nuestra comunidad, van llegar al 2050, cuando todo hace prever que Asia será una región industrializada y con 5 mil millones de consumidores y EE.UU, será un país menos industrializado en tamaño, y con solo 400 millones de consumidores, en el que el significado del sueño americano, quizá para muchos, hasta no se sepa que fue.  

En fin, fortalecer nuestra identidad y darle auto-estima a los hispanos, creando cursos ad-hoc, en las escuelas y universidades, y fomentando hasta el cansancio la conveniencia de se eduque el hispano (comenzando con dirigirnos a los padres que muchas veces son los que deciden si su hijos van o no al ”College” o universidad, porque los que terminan el HS o educación secundaria tienen que trabajar y aportar para pagar la hipoteca del sueño de la casa propia que siempre tuvieron; y que ahora, con la crisis, han perdido el 60% de todo el valor propio que tenían en bienes inmobiliarios; o sea sueño perdido en gran parte). Y, crear conciencia y contribuir a evitar la decadencia estadounidense,  con nuestros trabajos, denuncias, propuestas y un mayor acercamiento a los líderes demócratas, o republicanos si acogida existe, de nivel local, estatal y federal, incluyendo a los presidenciables, son dos temas, en los que por ejemplo, podríamos hacer algo; entre otros temas, más específicos, por cierto.

Esta idea, que no tiene ningún  apuro, ni afán de improvisación alguna, podría comenzar, por ejemplo, sabiendo cuántos somos en EE.UU, y a cuantos les gustaría participar en este eventual proyecto. En el que al comienzo, casi todo será escribir y difundir. Me resisto a que la comunidad hispana no tenga una vanguardia intelectual o una inteligencia que se exprese a nivel nacional en EE.UU, con por lo menos una revista y otros medios de comunicación, como lo tienen las comunidades judías, árabes, y asiáticas, por ejemplo.  Las Cancillerías hispanas  e hispanos que trabajan en escuelas, Universidades,  y otras instituciones o entidades educativas y empresariales,  están por supuesto llamados a jugar un gran rol. Paso la palabra.