Canberra.- Un grupo de aborígenes se reunió hoy para quemar la bandera australiana frente al Parlamento en señal de denuncia por los abusos cometidos por las autoridades contra las minorías indígenas desde la época colonial y para reclamar sus territorios ancestrales.
De esta forma, unas 400 personas marcharon hasta las puertas de la sede parlamentaria para prenderle fuego al símbolo patrio australiano, según indicó el diario Sydney Morning Herald.
Asimismo, algunos miembros del grupo, que se fue disolviendo a los minutos sin provocar disturbios, portaban la bandera aborigen, con dos bandas negra y roja y una esfera amarilla en la parte central.
Cabe indicar que la protesta se produce al día siguiente que la primera ministra, Julia Gillard, y el jefe de la oposición, Tony Abbott, fueran escoltados por los servicios de seguridad ante el acoso de un grupo de defensores de los derechos de los aborígenes.
Como se recuerda, los protestantes persiguieron durante un tramo el vehículo de Gillard, que perdió un zapato en el incidente, mientras golpeaban el techo del carro acusando a la mandataria de ser racista y no tener vergüenza.
La protesta de los aborígenes se debió a las declaraciones atribuidas a Abbott, quien supuestamente abogaba por eliminar la embajada no oficial aborigen instalada en una tienda de campaña que se encuentra ubicada frente a la antigua sede del Parlamento.