Perú: "País alfabetizado" al 2011

El analfabetismo es un fenómeno fundamentalmente rural y femenino. El analfabetismo es una de las expresiones típicas de nuestro desarrollo y un factor de nuestra realidad socioeconómica y educativo-cultural. El analfabeto, socialmente deviene en una rémora y en una carga social pesada para el Estado. Económicamente, el analfabeto sólo es capaz de realizar trabajos de muy escaso valor productivo y de poca rentabilidad empresarial.

La Asamblea Constituyente de 1979, presidida por Víctor Raúl Haya de la Torre, elevó a precepto constitucional la erradicación del analfabetismo debiendo adoptarse las estrategias, planes y decisiones políticas adecuadas. Y la Constitución Política de 1979 indica que “es tarea primordial del Estado”.

La tasa de analfabetismo en el Perú siempre fue preocupación de los presidentes de la República y de los Ministros de Educación, pero las universidades muy poco o casi nada hicieron por su erradicación, aunque de cuando en cuando abordaron la temática en conferencias y debates académicos cuyos acuerdos quedaron como papel mojado en tinta.

Un claro reflejo de lo que decimos es que desde 1876 hasta la fecha aún queda más de diez por ciento por erradicar a la población analfabeta, con tendencia decreciente en forma sostenida. Pero el porcentaje se incrementaría si involucráramos también al nuevo tipo de analfabeto: el alfabeto analfabeto, es decir, el que sabiendo leer y escribir no lee ni escribe; o si pensamos en el analfabeto por desuso. El gran futurólogo Alvin Toffler en su obra “El shock del futuro”, llega a decir que el analfabeto de mañana ya no será el que no sabe leer, sino el que no ha aprendido la manera de aprender.

“Un país con gran cantidad de analfabetos ve disminuido sensiblemente el monto de su producto bruto nacional. La industrialización y la tecnología exigen cada vez más personal humano de obra instruidos y capacitados. El ser alfabeto es lo mínimo que se requiere para cualquier tarea laboral en la sociedad moderna” manifiesta Enrique Palladito en su obra “Educación de Adultos” (Buenos Aires, 1984).

Un indicador que ilustra la calidad de vida de los peruanos es la tasa de analfabetismo. El porcentaje de la población analfabeta en el Perú es como sigue:

Año                                            % analfabetos

1876                                       81.00
1940                                       59.70
1961                                       39.00
1972                                       36.00
1981                                       18.00
1986                                       16.60
1993                                       12.80
2001                                       12.20
2005                                       10.90
2011                                        4:00

En 1993, en el Perú había un total de 1´784,281 analfabetos. La tasa promedio nacional se ubica en el 10 %. Lima-Callao tiene la menor tasa de analfabetismo en 1993 con un 3.5 %, en cambio Apurimac muestra el más alto porcentaje de analfabetismo con el 36.9 % a nivel nacional, seguido por Huancavelica (34.1), Ayacucho (32.7), Cajamarca (32.2) y Puno (22.2).

Los departamentos serranos del sur y centro aparecen con los mayores niveles de analfabetismo.  Según el censo de 1981 los departamentos con mayor porcentaje de analfabetos eran Apurimac (51.2 %), Ayacucho (43.5 %), Huancavelica (42.5 %), Cajamarca (33.8 %), Puno (32.2 %), Huanuco (31.0 %) y Cuzco (29.7 %). Y los departamentos con menor porcentaje de analfabetos eran: provincia constitucional del Callao con 2.9 %, Lima con 4.5 % e Ica con 6.2 %.

En el año 2001 la tasa de analfabetismo llegó a 12.20 por ciento y en el 2005 a 10,9 por ciento, lo que indica la tendencia lenta de decrecimiento de la población analfabeta entre los años 2001-2005 de sólo 1,3 por ciento, destacando  ser tres veces la diferencia porcentual entre la población analfabeta femenina y masculina, y cuatro veces de diferencia por área de residencia entre la rural y la urbana.

Analizado los diversos programas de alfabetización ejecutados en el Perú podemos concluir que las causas del fracaso de dichas campañas se debe a lo siguiente:

- Falta de preparación adecuada a los alfabetizadores.

- Carencia de programas de post-alfabetización.

- Carencia de estrategias razonables para llevar a cabo campañas efectivas de alfabetización.

- Falta de suficiente dinamismo y coordinación de los organismos involucrados en este Plan.

- Falta de enfoque de inserción de la alfabetización en proyectos de desarrollo comunal.

- Fallas de carácter técnico y de una selección rigurosa del personal encargado de la ejecución del Plan.

- Las campañas de alfabetización en muchos casos las desarrolló solamente el personal del Ministerio de Educación, sin coordinar sus acciones con los demás sectores de la administración pública, mucho menos con los sectores privados.

- Los funcionarios de educación en provincias han empleado, en algunos casos las Unidades móviles de alfabetización para cumplir tareas específicas de partidarismo político del partido de gobierno.

- La mayoría de los programas de alfabetización se redujeron sólo a la ejecución de tareas de lecto-escritura, es decir, al desarrollo de programas de carácter intelectualista.

13 de junio de 2011: Perú Libre del Analfabetismo

Casi al finalizar el gobierno del presidente Alan García Pérez, como uno de los grandes logros educativos se  declaró el 13 de junio como el “Día del Perú Libre del Analfabetismo”, en reconocimiento a los resultados alcanzados por el Programa Nacional de Movilización por la Alfabetización (PRONAMA), del Ministerio de Educación, los cuales indican que el analfabetismo en el Perú se ha reducido, desde el 2006 hasta el día de hoy, de 11% a 4%.Importante y trascendente logro histórico durante la gestión del Ministro de Educación del gobierno aprista, Ing. José Chang.

En el 2006 se creó el PRONAMA, con el fin de erradicar el analfabetismo, meta que se cumplió puntualmente, tras utilizarse el método “Aprender y Crecer” –el cual fue adaptado a 9 lenguas nativas, al método braille y al lenguaje de señas–, se ha desarrollado este programa. Con el apoyo de gobiernos regionales y locales, se buscó que todas las personas alfabetizadas continúen los estudios hasta concluir el nivel equivalente a la educación primaria.

Para los estándares internacionales, un país es declarado alfabetizado cuando su cifra de analfabetos es menor de 4%, el Perú ha llegado a esa cifra, pero aún quedan cerca de 100 mil peruanos que no saben leer ni escribir, cifra pequeña que deberá alfabetizar el gobierno de Ollanta Humala (2011-julio-2016), en atención al justo derecho de toda persona de no mantenerse en la ignorancia y forjarse un futuro mejor.

Cuánto quisiéramos que sigan este mismo ejemplo del Perú, los demás países de América Latina y El Caribe, por un Continente Alfabetizado en cien por ciento y con Desarrollo Humano Integral.