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Jueves 09 de febrero 2012

El conflicto de Estados Unidos y sus aliados europeos con Irán

Por: Nelson Vásquez Juárez.
El conflicto de Estados Unidos y sus aliados europeos con Irán
Foto: Telegraph

En estas últimas semanas, la escalada de tensión entre Irán y Estados Unidos con sus aliados europeos aumentó. La continuación del programa nuclear iraní ha traído como consecuencia más sanciones por parte de Estados Unidos y sus aliados. Irán ha amenazado con cerrar el Estrecho de Ormuz, punto geográfico estratégico, ya que por allí pasa el 40% del tráfico marítimo de petróleo. Estados Unidos ha respondido que no va a tolerar una situación así; y en estos momentos están cerca del Estrecho de Ormuz: el grupo de portaviones de combate Nº 1, encabezado por el portaviones norteamericano “Carl Vinson” con 8 escuadrones de aviación; el grupo de portaviones de combate Nº 3, encabezado por el portaviones “John C. Stennis”, con 9 escuadrones de aviación; en camino hacia esa zona va el grupo de portaviones de combate Nº 9, encabezado por el portaviones “Abraham Lincoln” con 9 escuadrones de aviación. De cumplir Irán con sus amenazas se desencadenaría un conflicto militar.

Se ha sostenido que el programa nuclear iraní tiene como objetivo producir bombas atómicas. Sin embargo, en una entrevista a la cadena CBS News, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, León Panetta, afirmó lo siguiente: “¿Intentan crear armas nucleares? No. Pero sabemos que intentan crear un potencial nuclear. Es lo que nos causa preocupación.”[1]  En el 2010 “aún siendo director de la CIA, Panetta declaró que aunque Irán tiene el uranio bajamente enriquecido suficiente para crear dos bombas atómicas, necesitaría mucho tiempo para fabricarlas.”[2] Por su parte, James Clapper, director del Servicio Nacional de Inteligencia de Estados Unidos, declaró el martes 31 de enero del 2012, en una audiencia del Comité de Inteligencia del Senado norteamericano que “existen desacuerdos y debates en la jerarquía política de Irán (con respecto a la fabricación de armas nucleares)”.[3] Según la Web “Pueblo en línea”, Clapper “aseguró que pese a su capacidad para fabricar armas nucleares, la República Islámica no lo hace por el momento.”[4] Es decir, dos de los más altos funcionarios de la defensa e inteligencia norteamericana han expresado que Irán no se ha decidido aún en hacer armas nucleares.

En este contexto, el pasado 11 de enero del 2012 fue asesinado el vice director de la central nuclear iraní de Natunz, MOstafa Ahmadi Roshan. Un motociclista colocó una bomba magnética en su carro, que estaba estacionado frente a la Universidad Politécnica de Teherán. Pero no es la primera vez que ocurre algo así, “en enero de 2010, fue asesinado cerca de su casa el profesor universitario Masud Ali Mohamadi, que se dedicaba a la energía nuclear. En noviembre del mismo año pereció el físico nuclear Majid Shahriani”[5] ¿Quién o quiénes podrían estar implicados en estos atentados? ¿A quién favorece o quiénes se benefician con estos crimenes? El líder religioso de Irán, ayatolá Ali Jamenei, declaro respecto al asesinato del físico nuclear Ahmadi Roshan  que “ese atentado ruin fue planeado con participación de los servicios secretos de EE.UU. e Israel, la CIA y el Mossad”.[6] El Secretario de Defensa, Leon Panetta dijo que su país nada tenía que ver con el atentado, agregando: “tenemos una idea sobre quién podía estar involucrado, pero no lo sabemos a ciencia cierta.”[7] De todas maneras este crimen enrarece y tensa las relaciones de las partes en conflicto.   

Pero, la pugna entre Estados Unidos y sus aliados con Irán también afecta a otros países, por la cercanía a la zona de potencial conflicto, China es uno de esos países. Desde la II Guerra Mundial Estados Unidos ha tenido una presencia preeminente  en el Asia, tiene bases militares en Japón y Corea del Sur. Pero desde hace algunos años, China está surgiendo como un gigante económico, y como consecuencia de ello, como un factor geopolítico de primer orden en Asia. Recordemos que la nueva estrategia militar estadounidense, plasmado en el documento “Mantenimiento del Liderazgo Global de EEUU: Prioridades  para la Defensa del Siglo XXI”, publicado el 5 de enero del 2012, ha señalado expresamente que se orienta hacia el Asia, “en cuanto a la proyección geográfica, los expertos destacan la orientación hacia la zona de Asia y Pacífico, en especial el sudeste asiático para contener la expansión geopolítica de China, en las actuales circunstancias, el principal rival de EE.UU.”[8]   

Oliver Thränetst, experto en Políticas de Seguridad de la Fundación Ciencia y Política de Seguridad de la Fundación Ciencia y Política de Berlin (SWP), “ahora, los países de Asia-Pacífico ocupan el foco de la atención de EE.UU.”[9] La prensa ha informado que “en la sede del Gobierno estadounidense es un secreto a voces que la nueva estrategia militar del país del norte se centra, sobre todo, en China. Sobre todo, porque Pekín rearmó sólidamente su Marina y porque China posee, entretanto, una moderna flotilla de submarinos, construye sus propios portaaviones y aviones caza furtivos, además de, según se dice, contar también con misiles de precisión de un alcance de 1.700 kilómetros, muchos de ellos estacionados en el estrecho de Formosa.”[10]

Según el profesor Shen Dingli, Director del Centro de Estudios sobre EEUU de la Universidad Fudan, Shangai, “de acuerdo a la nueva estrategia, las fuerzas armadas estadounidenses protagonizarán un gradual desplazamiento hacia la región de Asía y Pacífico, continuarán luchando contra el terrorismo y mantendrán sus compromisos con sus aliados y los países asociados en el Medio Oriente, a la vez que reducen su presencia en Europa y optan por enfoques ‘de bajo costo’ y de ‘pequeñas dimensiones’ con vistas a alcanzar sus objetivos de seguridad en África y América Latina.”[11]

A pesar de la orientación de la estrategia de Defensa de Estados Unidos hacia el Asia, el profesor chino Shen Dingli asevera que “si se sigue rigiendo por las normas internacionales, EEUU no podría contener el ascenso de China, la cual se ajusta al orden internacional basado en normas”.[12]

Aunque China y Estados Unidos tienen un gran intercambio comercial, tienen algunos temas de tensión: uno de ellos es Taiwán, el otro es el Mar Meridional de China. Como lo reconoció un analista chino, “el Mar Meridional de China se encuentra en una importante posición estratégica siendo un factor decisivo para que EEUU mantenga el liderazgo en Asía y el Pacífico en el siglo XXI.”[13] Agrega Gang que “EEUU no es país litoral del Mar Meridional de China pero tiene intereses en la zona, y China no se lo niega. EEUU puede participar en las discusiones de los problemas de la zona, pero es imposible que dirija su resolución. Por una parte, EEUU ya no tiene similar poderío como en el pasado. La emergencia de China ha traído y traerá a los países litorales del mar lo que EEUU no ha ofrecido, ni ofrecerá. Por la otra, los países litorales no necesitan la protección concedida por el ‘tío Sam’ tal como en la época de la Guerra Fría. Toda estrategia destinada a montar ‘bloques’, ‘redes’ o ‘círculo de alizados’ contra China está en contra de la corriente general del desarrollo regional. Lo que estos países no desean hacer es el obligarlos a hacer una opción entre EEUU y China.”[14]           

Por su parte, el periódico Global Times, órgano oficial del Gobierno Chino, expresó que “EE.UU. debe comprender que no puede detener el ascenso de China y que es de su propio interés tener una actitud amigable hacia China.”[15]

Pero la preocupación norteamericana no solo es por el surgimiento de China como factor geopolítico, sino por la cercanía de Rusia con China. Ambos países están actuando conjuntamente en el tema sirio en el Consejo de Seguridad. Halford J. Mackinder en su ensayo “El pivote geográfico de la historia” señaló que la parte de Eurasia es la zona gravitante del mundo y señaló a Rusia como el Estado pivote, y que  “si Alemania se aliará con Rusia”…”un imperio de alcance mundial estaría a la vista”. Dado la importancia que tiene China hoy en día, la fuerte relación de Rusia y China debe generar preocupación a los estrategas norteamericanos, porque si bien es cierto aún en forma conjunta China y Rusia, no podrían desafiar la hegemonía norteamericana, pero juntos, a la larga, pueden inclinar la balanza de poder en esa región del mundo a favor de ellos, en desmedro de los Estados Unidos.

Un conflicto militar con Irán podría generalizarse en el Oriente Medio. Así, “un ex jefe de la defensa israelí, ha expresado su preocupación por los rumores de un posible ataque israelí contra Irán. El general Amnon Lipkin-Shahak dijo al diario británico The Independent que no se han analizado suficientemente las consecuencias de un eventual ataque que podría causar una guerra en todo Oriente Medio.”[16]

Tal vez los estadounidenses piensen que uno de los efectos de un conflicto militar con Irán sería desestabilizar una zona cercana a China y Rusia, hecho que podría afectar a ambos países. Lo cierto es que luego de comprobarse que en Irak no habían armas de destrucción masiva, la credibilidad norteamericana cayó en el mundo, por lo que lo más prudente en el ámbito de las relaciones internacionales es usar los medios diplomáticos para la resolución de conflictos, y no la violencia que una vez desencadenada puede salirse de control.

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